Casualidad Incasual.
Sí, después de un tiempo, de aventuras, de ires y venires, de aquí pa' alla y de allá pa acá...
En uno de esos días ocupados, en los que no quieres saber nada de nadie, tomas tu vuelo, y te relajas, tratas de dormir, pero duermes a destiempos y así se pasa el rato.
Compartes la silla con una persona un tanto agradable, y te sientes en confianza y casi que al último instante antes de aterrizar a sus destinos, la auxiliar de vuelo, te pregunta por uno de los objetos de la única persona que se sienta a tu lado; respondes que no sabes nada porque ese objeto no es tuyo, a ella le da igual, y todo prosigue con normalidad, tratas de volver a dormir y entonces, despiertas y le dices a la persona que te acompaña en el vuelo, que la auxiliar de vuelo ha venido a preguntar por aquel objeto, no hace caso, pero lanza una pregunta para romper el hielo: ''de donde eres?'' eso lo cambió todo, te demostró ínteres, sentiste que te quería conocer, entablan una buena conversación y sientes que hay química posible para una amistad que te podría interesar con el paso de los dias, llegas a ese momento en el de ''dame tu nùmero para salir si decido quedarme más tiempo aquí...'' se lo das pero no te cercioras de que es el número correcto ( tu número ).
Siguen hablando hasta llegar a la final despedida, y es que no es casual encontrarte con personas interesantes en los vuelos hoy en día, es una total situación inusual en la que hoy en día el individualismo está en frente nuestro, y a veces sólo tenemos que sacar el movil del bolsillo para no sentirnos solos y evitar así nuevos contactos físicos con personas del mundo exterior.
Pues sí, te encuentras con las preguntas: ¿ Le habré dado mi número bien ? ¿Seguirá en la ciudad? ¿Se habrá olvidado de llamarme? ¿ Se habrá ocupado demasiado ? ó tal vez sólo quería limitar el contacto hasta este punto... lo cierto es que fué una persona muy simpática y te hubiese gustado al menos albergarla en tu bolsillo de amistades, posiblemente valiosas.
Perdiste, perdiste hasta el momento en el que no le pediste tú ninguno de sus datos, y te quedarás con la duda del ''qué hubiera pasado''.
Historias de la vida normal, casualidades poco casuales, la vida misma, íronica y burlesca, al fin y al cabo, la vida.
Buenos días!
En uno de esos días ocupados, en los que no quieres saber nada de nadie, tomas tu vuelo, y te relajas, tratas de dormir, pero duermes a destiempos y así se pasa el rato.
Compartes la silla con una persona un tanto agradable, y te sientes en confianza y casi que al último instante antes de aterrizar a sus destinos, la auxiliar de vuelo, te pregunta por uno de los objetos de la única persona que se sienta a tu lado; respondes que no sabes nada porque ese objeto no es tuyo, a ella le da igual, y todo prosigue con normalidad, tratas de volver a dormir y entonces, despiertas y le dices a la persona que te acompaña en el vuelo, que la auxiliar de vuelo ha venido a preguntar por aquel objeto, no hace caso, pero lanza una pregunta para romper el hielo: ''de donde eres?'' eso lo cambió todo, te demostró ínteres, sentiste que te quería conocer, entablan una buena conversación y sientes que hay química posible para una amistad que te podría interesar con el paso de los dias, llegas a ese momento en el de ''dame tu nùmero para salir si decido quedarme más tiempo aquí...'' se lo das pero no te cercioras de que es el número correcto ( tu número ).
Siguen hablando hasta llegar a la final despedida, y es que no es casual encontrarte con personas interesantes en los vuelos hoy en día, es una total situación inusual en la que hoy en día el individualismo está en frente nuestro, y a veces sólo tenemos que sacar el movil del bolsillo para no sentirnos solos y evitar así nuevos contactos físicos con personas del mundo exterior.
Pues sí, te encuentras con las preguntas: ¿ Le habré dado mi número bien ? ¿Seguirá en la ciudad? ¿Se habrá olvidado de llamarme? ¿ Se habrá ocupado demasiado ? ó tal vez sólo quería limitar el contacto hasta este punto... lo cierto es que fué una persona muy simpática y te hubiese gustado al menos albergarla en tu bolsillo de amistades, posiblemente valiosas.
Perdiste, perdiste hasta el momento en el que no le pediste tú ninguno de sus datos, y te quedarás con la duda del ''qué hubiera pasado''.
Historias de la vida normal, casualidades poco casuales, la vida misma, íronica y burlesca, al fin y al cabo, la vida.
Buenos días!
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